José Ramos vive en la comunidad de Buenos Aires, a una hora y media de la zona urbana de Atima, donde se dedica al cultivo de su finca de café. El año pasado, la enfermedad de Roya destruyó su plantación de café como le sucedió a muchos otros granjeros locales. Como resultado, José perdió su independencia financiera y decidió emigrar a los Estados Unidos. Fue capturado en México y deportado de vuelta a Honduras. Durante su tiempo en México, experimentó cansancio junto a inseguridad física y emocional porque estaba separado de su familia, dejando a tres hijos y esposa atrás. Durante los dos últimos veranos, el voluntario de OCHO Mike Simon ha estado entrenado a José sobre cómo adaptar las sillas de ruedas para los pacientes que asisten al CRIC en Atima. Su dedicación a convertirse en el mejor técnico que puede ser le ha llevado a un crecimiento profesional que podemos observar y evaluar. Inspirado por su dedicación e iniciativa, Mike donó un conjunto de herramientas a José, lo cual le ha permitido seguir sirviendo a las familias en el CRIC. También, la ha proporcionado a José una fuente de orgullo, ya que ahora puede mantener a su familia gracias a su nueva profesión como técnico. Cada uno de nosotros podemos continuar apoyando el desarrollo profesional de José y ayudarle a entrenar a otros voluntarios locales en Atima mediante una donación al proyecto del “Futuro de OCHO.” Una donación de $250 ayudará a la compra de un conjunto de herramientas para otros voluntarios que pueden unirse a José y así cubrir las necesidades de las familias en el CRIC.
Traduccion: Sarah Rowan