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  • Foto del escritorOCHO

CREANDO UN PUENTE DIGITAL: HONDURAS-ESTADOS UNIDOS

Por Dan Medani


Adentrándose en las montañas del noroeste de Honduras, el viajero se encuentra con Atima, un pueblo pequeño pero animado. Allí viven unos miles de rancheros, cafetaleros, profesores, y estudiantes, y desde 1999 cada verano se convierte en el hogar de la brigada médica de OCHO. En la plaza central del pueblo hay una escuela pequeña para niños con necesidades especiales, una casa de una planta con dos cuartos y un jardín en la parte de atrás. Es el CRIC Atima.  En su tiempo libre, cuando no están en su trabajo oficial enseñando en la escuela primaria unas calles más abajo, cuatro maestras trabajan como voluntarias en este centro improvisado donde se presta atención a niños y adultos con necesidades especiales. Juntas, proveen servicios de rehabilitación para ayudarles a ellos y a sus familias a superar los retos físicos y mentales de vivir con una disabilidad.  Su objetivo es ayudarles a que su vida diaria sea más cómoda y digna.  Es un trabajo de amor el que aportan estas cuatro maestras cariñosas y energéticas – personas extraordinarias, totalmente dedicadas a sus estudiantes, que usan creativamente los escasos recursos disponibles para llevar a cabo su trabajo.


A lo largo de los últimos seis años, desde que OCHO comenzó a trabajar directamente con el CRIC Atima, el número de estudiantes identificados en la comunidad ha crecido a 201. La voz se ha hecho llegar: Atima empieza a ser reconocido en la región como centro neurálgico de atención para niños con discapacidad. Muchos de los niños ya se están filtrando desde pueblos cercanos; algunos se desplazan más de una hora a pie para llegar hasta este CRIC. Visto que el edificio humilde que alberga la escuela ya se les queda pequeño, el año pasadoOCHO firmó un acuerdo con la municipalidad de Atima, en la figura de su alcalde D. Tito Alcántara Pérez y bajo la aprobación de la Secretaria de Salud de Santa Bárbara, mediante el cual se acordaron compartir el costo para la construcción de una nueva escuela y centro de rehabilitación que pudiera dar cabida al creciente número de pacientes identificados en la zona.  


El equipo de terapia ocupacional (OT) de OCHO, dirigido por Kristin Stubbs-Brockmeyer y Myrna Pittaway, ayuda la labor del CRIC-Atima de varias maneras:

  • Distribución de sillas de ruedas, muletas, y otro tipo de aparatos para la terapia física a los pacientes

  • Provee consultas y medicamentos a los pacientes de la escuela – y, quizás el más importante –

  • Capacita al personal del CRIC con todo el conocimiento profesional que proviene de expertos que trabajan a tiempo completo en terapia física en los Estados Unidos.


Durante nuestra estancia de una semana en Atima, el equipo de OT atiende a una población grande de pacientes, pero la contribución más importante se centra en las sesiones de capacitación que ayudan a que el personal del CRIC sea más eficaz durante las 51 semanas restantes del año y evitar interrumpir lo que se ha conseguido en esa semana de junio. 

Mientras que el equipo de ocho está en Atima, las maestras trabajan a jornada intensiva al lado de los médicos que visitan de los Estados unidos para observar las sesiones con pacientes jóvenes. Para las maestras, es una ocasión para refinar sus habilidades diagnósticas, y para aprender nuevas técnicas terapéuticas.



Para que este trabajo y capacitación sea sostenible y tenga gran impacto en la comunidad, es muy importante que el personal de la escuela tenga una manera de comunicarse con el personal de OT de OCHO después de que los americanos regresen a su país. Esta es la clave para asegurar los esfuerzos de OCHO durante todo el año.


En años recientes, el equipo de OCHO ha continuado la comunicación y el intercambio de ideas con las maestras mediante correo electrónico, pero el acceso al internet es muy caro en Atima, y el acceso público sigue siendo limitado y extremadamente lento lo cual hace más difícil mantener estas líneas abiertas de comunicación. Por ejemplo, una teleconferencia queda fuera del alcance por el momento.  


Sin embargo, las dificultades de conexión con internet son solamente un efecto secundario de un problema más grande – la falta de una infraestructura digital en Atima que esté bien desarrollada. Atima cuenta con internet tan sólo hace 5 años, y aún así es difícil conseguir una conexión rápida y continuada. Además, el CRIC cuenta con computadoras relativamente viejas y lentas y no todas funcionan al mismo nivel.


Lo que es más conspicuo en la falta de conocimiento general sobre el uso de herramientas de trabajo en internet. Para el americano típico que ha crecido en la edad digital, interactuar con una computadora es algo natural para ellos y conocen muy bien cómo llevar a cabo acciones en las que ya no tenemos que pensar, como por ejemplo:


  • Hacer clic o hacer doble-clic. ¿Cuándo se hace clic, y cuándo se hace doble-clic? ¿Hay una respuesta fácil para esto?

  • Hacer clic con el botón derecho del ratón; o hacer clic con el botón izquierdo del ratón; o hacer clic con el botón del medio del ratón.

  • Arrastrar y soltar. Imagine tener que escribir las instrucciones para “arrastrar y soltar” : “Haga clic con el botón izquierdo del ratón en el objeto que quiera arrastrar.” (pero, sólo algunos objetos son capaces de ser arrastrados). “Entonces, sin soltar el botón izquierdo del ratón, mueva el ratón lentamente hacia la área donde quiera soltar el objeto.” (Pero, no todas las áreas son capaces de recibir objetos arrastrados). “Y, si llega al borde de la alfombrilla para el ratón, entonces tendrá que levantar el ratón, sin soltar el botón izquierdo del ratón, mover el ratón por el aire, dejarlo caer de nuevo al otro lado de la alfombrilla, otra vez sin soltar el botón izquierdo del ratón, y después intentar moverlo otra vez hacia donde cree que puede soltar los objetos arrastrados.”

  • Usar el ratón y/o las teclas de flechas para navegar por un texto activo para que no tenga que borrar una frase entera cuando se trata de corregir una sóla palabra o una sola errata en la primera palabra.

  • Usar teclas Shift, Control, Alt, CapsLock.

  • Teclear eficazmente con los diez dedos de la mano.

  • No poner espacios en los nombres de usuario ni en las contraseñas.

  • Abrir el navegador de internet y escribir la dirección de una página


Estas son sólo algunas de las destrezas o lenguaje informático que tenemos que compartir con nuestros socios en Honduras para facilitar mejor la comunicación digital. Estos, y probablemente varios otros que no puedo pensar en este momento,  son los están arraigados en la memoria de la persona que usa internet cada día.  Es como conducir un coche, montar en bicicleta, o caminar al trabajo. Se hace ya sin pensar.  Es por eso que para un estudiante primerizo, el uso de una aplicación moderna del web como Google Drive queda lejos de ser una tarea trivial porque consiste en recordar los cientos de pequeños algoritmos y reglas generales que necesitamos recordar a la hora de usar dicha aplicación.

Así que en el taller de aprendizaje que ofrecimos a las maestras del CRIC para educarlas en el uso de Google Drive como herramiento eficaz para la comunicación centralizada y simultánea, comenzamos desde lo más elemental, desde abrir un nuevo navegador hasta cambiar el nombre de un documento, siendo siempre conscientes de no abrumarlas con el volumen y la dificultad de la información.



En resumen: aunque había límites en cuanto al tipo de computadora y amplitud de banda de internet en Atima, la dificultad más apremiante – y de fácil solución – era la falta de entrenamiento en el uso de informática. Aunque un pueblo remoto tenga acceso al internet, el uso efectivo del mismo no se cambia de la noche a la mañana – lleva tiempo y entrenamiento explícito.

Este año, durante nuestra estancia en Atima, el departamento de tecnología de OCHO ofreció 4 días de capacitación y sesiones prácticas bilingües a las cuatro maestras del CRIC.  El objetivo era entrenarlas en cómo intercambiar y compartir datos básicos con los EEUU. Las sesiones de entrenamiento fueron dirigidas por Aidan Kirchgraber, un estudiante del colegio de Friends School of Baltimore, y, el autor de este artículo, un programador de sistemas, que trabaja con Yelp/Eat24 en San Francisco. Cada mañana del cursillo de capacitación, nos reunimos en el laboratorio de computadoras de la escuela primaria de Atima, un paraíso con aire acondicionado que aliviaba el impacto del sol caliente de Centroamérica, y presentamos algunas prácticas básicas en cómo usar Google Drive. Después de un descansito, teníamos una sesión en el laboratorio donde poníamos a prueba las habilidades de las maestras y comprobábamos lo que habían aprendido.  ¡Demostraron ser unas estudiantes excelentes!  


Específicamente, dimos lecciones en :

  • Cómo acceder Google Drive

  • Cómo crear y editar documentos

  • Cómo crear y editar hojas de cálculo

  • Cómo subir documentos

  • Cómo subir fotos desde un iPad


Las presentaciones y las sesiones del laboratorio fueron bilingüe con Aidan actuando como traductor del ingles al espanol. Las sesiones del laboratorio típicamente incluían una lista de tareas a completar – entrar el nombre de usuario en Google Drive, navegar a una subcategoría, crear un documento, etc.  Fue muy divertido ver a las maestras trabajar juntas para lograr completar estas tareas. Un momento que recuerdo de manera especial fue cuando todas las cuatro maestras estaban editando la misma hoja de cálculo en Google Drive y se les iluminó la cara cuando se dieron cuenta de todas ellas estaban editando el mismo documento simultáneamente.  Fue el mejor ejemplo para comprobar cómo podrían colaborar con el grupo OCHO a la distancia.  Fue una demostración muy poderosa del internet en accion.


Al final de la semana, completamos cuatro sesiones de capacitación: un trabajo duro, pero útil y divertido. Mantener una línea fuerte de comunicación entre el CRIC en Atima y nuestro personal de terapeutas ocupacionales en los EEUU es la clave hacia la independencia y con este entrenamiento, la distancia entre Atima y los EEUU se ha acortado. Todos nosotros tenemos ganas de disfrutar y observar lo que será un año de colaboración fructífera ahora que hemos superado la brecha digital.  


¡Hasta el próximo verano!


Traducción: Ali Allen

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