Finca Las Marias, productor de uno de los mejores cafés en Santa Bárbara, Honduras- Hal Malone
El producto del café va más allá de ser uno de los negocios más boyantes en la zona de Santa Bárbara donde OCHO colabora; en realidad, constituye la única forma de desarrollo económico. El café se cultiva y recoge a manos de los miembros de la comunidad de San Nicolás para poder abastecer las necesidades de sus familias. El futuro a largo y corto plazo de estas familias depende de cada una de las cosechas de café. Es por eso que los beneficios que se obtienen de las ventas del café en Atima y Choloma determina en gran parte la calidad de vida de las comunidades, aldeas y pueblos donde viven los pacientes que visitamos, y, en definitiva, afecta la vida de toda esa región.

Por desgracia, la economía del café es impredecible ya que la escasez o el exceso de exposición al sol o lluvia puede representar un mal año para los productores y las cooperativas cafetaleras. En esos casos muchos de los pequeños productores en Honduras y otros países productores de café no pueden competir con grades productores en el mercado de ventas, y enocasiones se ahogan en el pago de créditos bancarios con el único resultado de conseguir un margen pequeño de beneficios. La presencia de numerosos intermediarios a ambos lados del ecuador se cobra gran parte del beneficio y el productor se lleva la peor parte de la transacción.

El futuro de la zona donde OCHO trabaja para mejorar la calidad de vida y de sanidad de sus habitantes depende en su mayor parte de la existencia de condiciones agrícolas favorables unidas a la existencia de un mercado justo. Los servicios medicos a los que la comunidad tiene acceso depende por ello de que exista ese eqquiilibrio entre cultivo, recogida y venta.
Como bien explica Patrick Ercole, uno de los fundadores de OCHO y asimismo miembro de la junta directiva, asegurar la sostenibilidad del cultivo del café en esta zona representa también la continuidad de nuestro trabajo en la zona y con ellos asegurar el progreso en la salud de esta comunidad rural.

Teniendo todos estos datos en cuenta, OCHO comenzó a invertir en la industria del café con la compra de 200 lb en el 2010 para hacer una prueba de mercado en Maryland, y comenzar a trabajar en proyectos de colaboración a largo plazo. Para ello contactamos a pequeños productores de café, visitamos sus fincas, y empezamos a hablar de la posibilidad de vender su caf en los Estados Unidos. Los beneficios de dichas ventas irían destinados a la compra de medicamentos y equipo que se donaría al personal médico de la zona agrícola donde crece este café. Para llevar a cabo esta aventura, OCHO contó con el apoyo de compañias tostadoras de café en la ciudad de Baltimore, conocidos y expertos importadores, y aficionados al consumo de café. Esa primera compra fue la puerta de entrada hacia el negocio del café: desde la compra al tostado hasta la venta y distribución. En el proceso aprendimos la realidad de la vida de nuestros aliados en Honduras y de las dificultades de los productores, lo cual nos inspiró a buscar maneras de apoyarles en su proyecto de vida. Y así comenzó nuestro propósito de dar a conocer la vida de estos dedicados trabajadores comprometidos a invertir su tiempo, trabajo y cariño por la gente de su comunidad.

En el 2016 adquirimos una nueva remesa de granos de café de nuestros amigos en Choloma y estamos ya en el proceso de completar la venta sin ningún beneficio para nuestra organización. El precio justo que se le entrega al productor antes de la venta de su producto aquí en Estados Unidos refleja nuestro compromiso por invertir en proyectos justos y sostenibles que beneficien directamente a la comunidad donde trabajamos.

Y la inversión no fue en vano porque el 1 de noviembre del 2016, el café de Finca Las Marías, dirigida por Darío Enamorado, fue galardonado con el Segundo Premio al mejor café en representación de Honduras en una ceremonia que tuvo lugar en Nueva York organizada por la companñia internacionbal Illycafe. Esta compañia vende y distribuye café en 131 países.
Al igual que otros de nuestros colaboradores en la región de Santa Bárbara, el sueño de Darío es contribuir a que Honduras se convierta en un país de oportunidades para jóvenes y adultos y que sea capaz de ofrecer una sanidad y servicios adecuados a su gente.
¿Y quién no se apunta a que el sueño de Darío no llegue a ser una realidad? No dudes en comprar su café para formar parte de este proyecto sostenible y solidario. No te arrepentirás.
Haz tu pedido de café y únete a la causa de Darío Enamorado.
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